[1][2][3] Su largo período de lactación le ha dado una difusión masiva entre las razas caprinas.
Las orejas son medianas y erectas, con una ligera inclinación hacia delante, mientras que la cabeza es grande.
Pueden tener cuernos o no, que son pequeños y tienen una forma similar a la de un sable, aunque también pueden ser mochos (los animales puros seleccionados siempre son mochos).
[1][4][3][nota 2] Las hembras poseen una tasa de proliferación que ronda los 1,8 cabritos por parto; sin embargo, este dato puede variar debido a la selección realizada.
Estos cabritos presentan una cantidad de masa ósea considerable y engordan bien.