El 25 de junio arribó a Auckland en Nueva Zelanda y luego atravesando el mar de Tasmania se dirigió a Port Lincoln en Australia donde permaneció por casi 3 meses.
La tripulación luchó denodadamente contra el embate de las olas por 24 horas llegando al "ojo de la tormenta" donde pudieron tomar respiro por unas horas, las olas causaron daños a las armas fijas en cubierta, Buck preparó a la tripulación para abandonar del buque en cualquier momento crítico.
Inmediatamente el Stier le disparó un cañonazo de advertencia señalándole parar máquinas y no usar la radio.
[1] Ante la negativa a rendirse, un segundo cañonazo cayó sobre el tenaz mercante causando las primeras dos bajas.
Un nuevo cañonazo del Stier estropeó el timón, interrumpiendo la defensa por unos instantes.
Kennet Willet logró al menos 15 impactos con su cañón de 102 mm sobre el corsario antes de que su propio puesto fuera destruido y él se transformara en una baja junto a un mecánico que había acudido a apoyarle.
El Tannenfels también recibió disparos que le causaron daños no menores.