El conector se diseña de forma que no sea posible una conexión errónea, y con todas las señales necesarias en un solo cable.
Esta bidireccionalidad permite que un televisor procese la señal recibida de la antena, la canalice por la salida de vídeo a un equipo set-top-box y este la devuelva ya procesada al televisor sin retardos.
Por ello en España hubo que comercializar un adaptador de señal RGB a audio/vídeo.
Igualmente tienden a utilizar malos materiales en los conectores, lo que causa rotura de los pines.
Para evitar este problema, se pueden utilizar conmutadores con botones para seleccionar la fuente de AV.
Aunque al diseño original se le han añadido prestaciones, la aparición del HDMI y la alta definición no presagian que vuelva a ampliarse.