Sócrates (futbolista)

[5]​ Al poco tiempo la familia se trasladó a São Paulo por motivos laborales, estableciéndose en Ribeirão Preto.

No obstante, los padres le insistieron en que priorizase los estudios frente al deporte.

Una vez cumplió la formación obligatoria, ingresó en la Universidad de São Paulo para cursar medicina.

[5]​ Ese incidente despertó el interés, acrecentado en la universidad cuando conectó con movimientos contra la dictadura militar.

[6]​ Mientras estudiaba, siguió jugando al fútbol en las categorías inferiores del Botafogo de Ribeirão Preto.

Sócrates fue impulsor junto a otros compañeros con compromiso político como Wladimir, Walter Casagrande y Zenon.

[10]​ Aunque Brasil no ganó ningún título, fue recordado en el imaginario colectivo por su atractivo juego.

[12]​ Solo estuvo allí una temporada, la edición de 1984/85, en la que participó en 25 partidos y anotó 6 goles.

Y aunque se especuló con su despedida del fútbol,[1]​ prefirió volver a São Paulo para terminar su carrera profesional en el Santos F. C., club al que apoyaba cuando era niño.

[9]​ Su carrera como entrenador no fue exitosa y duró poco en todos los sitios donde estuvo.

[17]​ Tres años después tuvo una breve experiencia en el modesto Cabofriense, al que llegó por recomendación de su amigo en la selección Leandro.

Aunque pensó aceptarla solo si recibía el salario de un trabajador común, nunca se llevó a cabo.

[21]​ Un mes después recayó en la enfermedad y llegó a estar en coma inducido, pero se recuperó.

[22]​ La muerte fue tal y como pidió en una entrevista de 1983: «Quero morrer em um Domingo e com o Corinthians Campeão» («Quiero morir un domingo y con el Corinthians campeón»).

[24]​ La fecha fue en la madrugada del domingo y esa misma tarde su equipo se proclamó campeón de liga.

En el primer partido frente a la Unión Soviética marcó un gol, un tremendo disparo desde la frontal del área que se coló por la escuadra.

Sócrates marcó el 1-1[26]​ En la Copa América 1983 Brasil llegó a la final y la perdió contra Uruguay.

Volvió para la Copa del Mundo de 1986 en México, donde llamó la atención no solo por su juego, sino también por llevar cintas blancas en la cabeza con mensajes como «Mexico sigue en pie» (en referencia al terremoto de 1985) o «People need justice».

Sin embargo, su disparo fue detenido por Joël Bats y los franceses eliminaron a Brasil.

No era tan rápido como otros jugadores, así que usaba ese recurso para imprimir más velocidad al juego y despistar a los marcadores.

[3]​ Del mismo modo, celebraba muchos de sus goles con el puño derecho cerrado y en alto.

[33]​ Vivió en Ribeirão Preto, se casó tres veces y tuvo seis hijos.

Trabajó como columnista para varios diarios de São Paulo donde opinó no solo sobre temas deportivos, sino también políticos y económicos.

Siempre mostró interés por la música, el arte y especialmente la filosofía, heredado de la vocación autodidacta del padre.

Sócrates en 1984, participando en el movimiento político Diretas Já.