Los libros giran verticalmente de forma similar a una rueda hidráulica, no como una superficie lisa como una tabla.[1] Para asegurarse de que los libros mantenían un ángulo constante, Ramelli incorporó un arreglo con engranaje epicicloidales, un dispositivo complejo que únicamente había sido utilizado anteriormente en relojes astronómicos.[4] Ramelli describió la rueda de libros como una «máquina bella e ingeniosa, muy útil y conveniente para cualquiera a quien le gusta estudiar, especialmente aquellos indispuestos y martirizados por la gota».Sin embargo, Petroski remarca que en la ilustración de Ramelli falta un espacio donde se pueda escribir y hacer otras tareas escolares, y que la rueda podría no ser apropiada para actividades distintas de la lectura.El diseño de Ramelli ha sido recreado por artistas como Daniel Libeskind,[8] y inspiró el nombre del blog de la Smithsonian Library «Turning the Book Wheel».