Tras año y medio con su madre, Aurora Gallego Rodríguez, una traductora políglota, hija de Ignacio Gallego, se le dijo a esta que había muerto, pero en realidad fue recluido en una institución para hijos irrecuperables de jerarcas comunistas.
Tuvo que luchar incluso para averiguar quién era: un nieto del dirigente comunista español Ignacio Gallego.
Aprovechando el desorden general provocado por la perestroika, se escapó en 1990 y emprendió la búsqueda de sus orígenes.
Ha escrito hasta el momento dos libros: Blanco sobre negro (2003 - Premio Booker ruso), editado en diecisiete países, que narra una historia de superación de la enfermedad, el daño y el horror, y Ajedrez (2005), que cuenta la amistad entre dos niños que luchan por sobrevivir en un orfanato ruso, Misha y Rubén, que unen sus fuerzas (el primero no puede moverse pero posee una magnética personalidad y el segundo se desplaza en silla de ruedas) para ir ganando, día a día, su propia partida de "ajedrez" vital.
Según su propio autor, "una de las ideas principales del libro es la relación entre lo intelectual y lo emocional.