[4][6] Se trata de una rosquilla sin agujero, particularidad que le otorga el nombre.
[4] Se elabora a base de huevo, aceite, harina y aguardiente, aunque en ocasiones también llevan vino y anís.
[4] Son similares a las madrileñas rosquillas de Santa Clara, que se consumen en la festividad de san Isidro, aunque estas tienen agujero.
También las rosquillas ciegas están vinculadas al santo en algunos municipios, como en el segoviano de Vallelado.
[7][8] Estas rosquillas dan su nombre a una plaza del municipio vallisoletano de Iscar, donde son muy típicas, y donde hubo un obrador que elaboró las rosquillas durante cinco generaciones.