Durante uno de estos, Álvarez Hernández se consagró como el único oponente que pudo causar una caída a la leyenda del boxeo mexicano.
Esto sucedió durante el primer combate de unificación, que finalizó en un cerrado empate, favoreciendo a López.
Más tarde, cobró venganza de esta derrota, ganándole el fajín mundial minimosca al mismo Mendoza, en una ajustada decisión unánime en 12 asaltos.
En 2007, ya con 37 años de edad, Álvarez declaró su deseo de volver a los cuadriláteros desde su retiro para enfrentarse a Humberto "Chiquita" González, otro doble campeón mundial en las divisiones pequeñas y leyenda del boxeo mexicano.
Entre los años 2009-2010 fue entrenador de boxeo y asistente en la esquina del excampeón Ricardo "El Matador" Mayorga.