En 1995 se lo consideró el número 3 del mundo, solo por detrás de Pernell Whitaker y Roy Jones Jr.
[9] Ver a Finito era una maravilla, un fluido estilista que despachaba a sus víctimas con precisión elegante, considerado por muchos como el boxeador más puro de su época.
Tiempo después, por fin llegó la gran oportunidad de combatir por una corona universal, el título paja (hoy mínimo) del CMB.
Tanto para Ricardo como para el boxeo mexicano esa fecha, 25 de octubre de 1990, se convirtió en memorable, pues un púgil azteca se sumaba a la lista de monarcas universales tras noquear en Tokio, Japón, a Hideyuki Ohashi en cinco giros.
En 1999, el Consejo Mundial lo desconoció como monarca en la categoría de peso mínimo, por lo que el “Finito” López aceptó militar en otro organismo y división, se retiró con la corona minimosca FIB en su poder.
López fue introducido en el Salón Internacional de la Fama del Boxeo en el año 2007.