Al completar su doctorado en Derecho y Ciencias Políticas el 14 de junio de 1942, se convirtió en la primera mujer del país en obtener un título universitario.
[1][2] A pesar de cumplir los requisitos para ejercer como abogada, se presentó una demanda cuestionando su derecho a ejercer la abogacía, con el argumento de que si las mujeres no tenían identidad política, no podían ser cargos públicos.
Sus profesores fueron su equipo legal y argumentaron con éxito que las mujeres podían ocupar cargos públicos, de tal modo que ella fue la primera abogada del país.
[2] [3] La controversia sobre el nombramiento de Rojas se difundió en los periódicos locales y en la radio, con lo que las mujeres profesionales formaron la Unión Femenina de Colombia (UFC) en 1944 para luchar por la igualdad de derechos y oportunidades para las mujeres.
[4] Trabajó en los Juzgados Penales de 1943 a 1947 y simultáneamente enseñó en la Universidad Javeriana hasta 1945.