Destacado retratista, fue empleado por el duque en la galería de retratos familiares, sacados, según Martínez, «de originales muy antiguos, los cuales eran de manera muy seca y de muy poco dibujo, mas él los redujo a la moderna con tanta gracia y bondad, sin defraudar a lo parecido, que parecía lo había sacado del mismo natural».Siendo el más destacado retratista de su tiempo en Aragón, pudo influir en otros pintores como Rafael Pertús.[5] En palabras del historiador del arte Jesús Criado Mainar, el retablo mayor del monasterio de Nuestra Señora de La Oliva «ilustra mejor que ninguna otra obra la profunda puesta al día que la pintura zaragozana experimentó por esos años en sintonía con los presupuestos de la Contrarreforma».[9] Sin embargo, la tabla restante del cuerpo principal, con una representación de la Epifanía, repite todavía el modelo empleado en la Oliva, sin el medio punto, modelo que volverá a emplear en la Adoración de los Magos del Museo de Zaragoza procedente del convento de Santo Domingo, con el que se había comprometido a pintar un retablo con una tabla de la Adoración de los Magos cuando en 1589 se le concedió una capilla para su enterramiento, cuya remodelación se comprometió a financiar.[10] Mois obtuvo un éxito muy notable, principalmente con sus retratos, lo que según Martínez le permitió tratarse como caballero, «teniendo siempre caballo a la estaca y su casa con la ostentación que merecía su ingenio», y pudo gracias a ello dejar a su única hija una hacienda «muy lucida» y casada con persona de estimación,[3] lo que parece confirmarse documentalmente y con las noticias sobre su enterramiento, pero el mismo éxito pudo ser causa también de esas caídas de calidad que se advierten en algunas obras relacionadas con él, pues hubo de servirse de un taller muy activo que siguió repitiendo sus modelos, o los de Schepers, incluso después de fallecido el maestro.
Adoración de los Reyes Magos
, óleo sobre tabla, 288 x 214 cm,
Museo de Zaragoza
. Procedente de la capilla funeraria que el pintor tenía en el convento de Santo Domingo de Zaragoza.