[5][4][1][2][6][7][3] Durante ese mismo año, Quintero al lado de José Martínez Pozo, Manuel Taborda, Juan Bautista Fuenmayor, OIga Luzardo, Jesús Correa, Max García y Espartaco González cumplen con la tarea e organizar al Partido Comunista de Venezuela en el Zulia.
Asimismo, Rodolfo Quintero fue elegido presidente de la SAMOP, por su actividad en dicha organización, Rodolfo Quintero fue encarcelado por Mario Maya gobernador del Distrito Bolívar, y Armando Valbuena, Jefe Civil de Cabimas, al frente de quince hombres armados con fusiles, logrando fugarse dos años más tarde de las cárceles del dictador Juan Vicente Gómez salió exiliado hacia Colombia.
[5][4][1][2][3][8][9] En 1936 participa como militante del Partido Republicano Progresista (PRP) partido que tenía en su mayoría militancia comunista, ya que el Partido Comunista de Venezuela se encontraba ilegalizado, y su actividad se limitaba a lo clandestino, por lo tanto para esos años su militancia se encontraba distribuida en varias organizaciones policlasistas, Quintero resultó elegido como secretario general del PRP.
Dicha huelga constituyó el momento cumbre de este período de las luchas obreras en los años 30, que puede considerarse como el del nacimiento definitivo del movimiento obrero en Venezuela.
Quintero fue candidato por la Parroquia San Agustín, a pesar de no resultar electo, tras la alianza con el Partido Democrático Venezolano, UPV bajo su dirección logró imponerse en todo el país, logrando una aplastante victoria contra Rómulo Betancourt y su partido Acción Democrática.
Si bien el decreto del presidente Medina establecía que el 1° de mayo se celebraría a partir de 1946, no hizo oposición para que fuera celebrado en 1945.
Este partido trató de arrebatarle al PCV su condición de partido de la clase trabajadora en Venezuela, desde el PRP, Quintero y sus compañeros comienzan a organizar y a dirigir distintos sindicatos a nivel nacional, teniendo su fuerte en el Distrito Capital y el Estado Miranda.
Este sería el comienzo del dominio de AD y Copei en la CTV.
[5][8] En 1960 las bandas sindicalistas armadas de Acción Democrática, dirigidas por Hugo Soto Socorro, mejor conocidas como “Sotopoles” comienzan a atacar a los líderes sindicales de izquierda, realizando esas actividades en varias manifestaciones, atacando a estudiantes, periodistas y líderes sindicales que no estuvieran identificados con los distintivos de AD.
Rodolfo Quintero defendió la posición del PCV, señalando que el Gobierno olvidaba las necesidades de los obreros.
Allí se resolvió expulsar de la CTV a los comunistas y miristas.
Aquellos mismos días entre el 10 y el 12 de diciembre se reunió en efecto el IV Congreso convocado por Acción Democrática y Copei se repartieron la dirección de la CTV y fortalecieron así un pacto político a nivel laboral, conocido como "la Guanábana" (blanco-verde).
Rodolfo Quintero junto a Martín Ramírez, Eloy Torres, Américo Chacón, Horacio Scott Power, Vicente Piñate, y Manuel Taborda, miembros del Ejecutivo de la CTV, convocaron a su vez a una reunión extraordinaria de delegados del III Congreso, la fecha coincidía con el IV Congreso, precisamente con el fin de hacerle posición.
Trescientos delegados al III Congreso se hicieron presentes en la reunión y emitieron un manifiesto en el cual solicitaban que fuera respetada la duración en el puesto de los directivos que debía permanecer intacta hasta finales de 1962.
Rodolfo Quintero era partidario de que al contar la historia no se puede únicamente describir hechos estructurales y vacíos, sino analizar igualmente procesos reales y acontecimientos vivos.
[4][3] Otro aspecto que caracteriza su visión es la de aportar posibles soluciones, dándole así el toque humanista y político como síntesis a sus enunciados.