Es más conocido, sin embargo, como albacea del legado de Oscar Wilde.
Fue además responsable de reunir grandes figuras literarias y actuar como su mentor.
Incluso le pidió a Epstein que diseñara un pequeño compartimento en la tumba para albergar sus propias cenizas.
[3] A continuación probó suerte en diferentes profesiones, como escritor, crítico de arte y albacea literario.
Trabajó sin cobrar sueldo durante muchos años para una pequeña galería de arte regentada por amigos, para los que viajaba comprando obras.
[cita requerida] Debido a su fidelidad a Wilde, incluso tras su muerte, Ross fue perseguido por lord Alfred Douglas, que intentó arrastrarlo hasta los tribunales repetidamente, e intentó que lo arrestaran por homosexual.
Maud Allan, actriz que había actuado interpretado a Salomé en una representación organizada por Ross, fue identificada como miembro del culto.
Posteriormente, durante el mismo año, Ross estaba preparándose para viajar a Melbourne, Australia, para inaugurar una exposición en la National Gallery cuando murió repentinamente, un suceso que causó gran dolor a sus numerosos amigos.