Según cálculos realizados, dentro del domo se podría tallar el monasterio de El Escorial a tamaño real.
Su nombre se debe a su peculiar forma, similar al yelmo usado por los caballeros medievales.
Las tres primeras que se abrieron por esta pared sur fueron un hito en la historia de la escalada madrileña.
Es una escalada muy "fina", digamos que "psicológica" (a veces el sostenerse sobre la roca es una cuestión de fe), totalmente contrapuesta a la escalada más "atlética" que se practica en otras zonas.
El orden de las vías enumeradas a continuación es el siguiente: Oeste, Sur, Este, Norte.