En 1032 su padre Miecislao II la entregó como esposa al príncipe húngaro Bela, hijo del noble Vazul.
Bela había escapado del Reino de Hungría, ya que su padre Vazul, al no aceptar como heredero al trono a Pedro Orseolo de Hungría, había sido cegado y muerto.
[1][2] Cuando el hermano mayor de Bela, Andrés I de Hungría, recuperó el trono y ejecutó a Pedro Orseolo, Riquilda y su esposo regresaron al reino húngaro en 1046.
En 1063 el joven Salomón, hijo del fallecido Andrés I, entró al reino húngaro con el ejército germánico exigiendo el trono, y durante dicho conflicto Bela I murió defendiendo su trono.
Luego de ese trágico hecho, Riquilda abandonó la corte húngara y regresó a su hogar.