En un primer momento, el propio dibujante escribía también los guiones, pero desde 1952 (o, según algunos, desde 1948) fue auxiliado por Fred Dickenson.
El protagonista homónimo es un detective neoyorquino, aunque muy distante de los patrones del género.
Viste con elegancia, lleva gafas de gruesa montura, fuma en pipa y es amante del coñac y la música clásica (toca el piano).
Vive en un confortable apartamento con Desmond, un exconvicto inglés transformado en sofisticado mayordomo.
Kirby está prometido a la rubia Honey Dorian, pero en su amor se cruza con frecuencia la morena Pagan Lee, con lo que las historias de la serie no discurren siempre por los cauces habituales del género policiaco, sino que se da cabida a temáticas propias de otros géneros, como el melodrama sentimental.