El juego implica que el jugador compita contra oponentes controlados por computadora para ser el primero en terminar una carrera.
La deriva es un aspecto central de la serie, y se utiliza para mantener la velocidad al doblar esquinas.
El objetivo es competir contra oponentes controlados por computadora para terminar cada pista en primer lugar: el jugador comienza el juego en el último lugar y tiene un número limitado de vueltas alrededor de la pista para completar dónde pueden adelantar a los oponentes.
Las entregas posteriores eliminan el temporizador y, en cambio, requieren que el jugador termine la carrera en un lugar mínimo asignado para avanzar al siguiente curso.
Cada uno de los autos jugables tiene sus propias estadísticas y mecánicas, como una velocidad más rápida o una deriva mejorada.
Su secuela, Ridge Racer V, recibió críticas más mediocres, pero el título posterior de PSP logró un gran elogio.
El juego nunca fue tan popular como sus títulos principales anteriores y tampoco tuvo un lanzamiento japonés.