Lander considera que pudo haber tenido un poder menor en "distintas embajadas y comisiones".
[3] Ricardo III decapitó a Lord Rivers al tomar el trono, por lo que Ricardo se convirtió en el nuevo conde.
No obstante, aunque no fue perseguido por el nuevo monarca, tuvo que callar mientras el rey le despojaba de sus tierras.
Cuando en 1485 Enrique VII se hizo con el trono sus propiedades fueron restauradas.
Aunque su sobrina Isabel de York era la nueva reina consorte, Lord Rivers siguió sin ocupar ningún cargo importante.