[1] Sin embargo también ha estado marcado por la polémica, bajo acusaciones de nepotismo, corrupción y clientelismo.
También se ha sugerido que ese nombramiento no habría sido posible sin su influyente relación con João Havelange.
No obstante, la popularidad de Teixeira ya había empezado a resentirse.
[4] En el año 2000 se enfrentó a una Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) por su gestión.
Allí se descubrió que la directiva de la CBF había aumentado su salario y efectuado pagos injustificados, mientras que el gasto en fútbol decreció a pesar del compromiso por incentivarlo.
[3] Los problemas organizativos empeoraron su relación tanto con Joseph Blatter como con la presidenta brasileña Dilma Rousseff, hasta tal punto que el Ministerio de Deportes le apartó de las negociaciones con la FIFA.
[2][6] Las distintas investigaciones abiertas motivaron que tanto la opinión pública como el Gobierno exigiesen su salida.
[2] Al no hacer públicas dichas comisiones, se le acusó de apropiación indebida, infracción del deber y gestión desleal.