Estaba obsesionado con la pornografía y desarrolló el hábito de hacerse agujeros con agujas en sus piernas.
Le envió un montón de cartas a Björk y siguió su carrera celosamente.
En los comienzos de 1996, se volvió loco por la relación que Björk tenía con el músico Goldie.
En sus grabaciones y escritos, él identificó la relación entre los cantantes como su punto de quiebre, describiendo a Goldie con insultos racistas.
El dispositivo estaba planeado para rociar ácido sulfúrico al abrirlo, matando o desfigurando a quien lo abriera.
López hizo este plan bajo el lema de querer ser "la persona que cambie su vida".
Originalmente pensó en inyectarle a la bomba el virus del SIDA, pero lo abandonó por ser muy difícil.
La policía contactó a la Interpol y Scotland Yard para advertirles que el dispositivo había sido enviado.