Destacó por sus estudios sobre la dominación de España en América y la Inquisición española.
En su juventud fue oficial de la Armada española y participó en la batalla del Callao.
Trasladado el padre Cappa al Colegio San Calixto de La Paz (Bolivia), volvió a España en 1887 y fue destinado a la influyente y laboriosa residencia de Isabel la Católica de Madrid.
También destacó por su Tratado de Cosmografía y su opúsculo sobre la Inquisición Española, en el que desmintió muchas de las imputaciones vertidas contra el tribunal del Santo Oficio.
[4][5] Según el periódico La Unión Católica, el neto españolismo del padre Cappa le acarreó disgustos sin cuento, y tal vez le ocasionó la enfermedad cardíaca que le llevó a la tumba.