Castells comenzó su carrera realizando historietas de terror para el mercado de agencias y revistas como Terror Gráfico (1973), Horror o Zombie, al mismo tiempo que entregaba ilustraciones para Playboy o El Viejo Topo.
Participó a principios de los ochenta en el fanzine Zero, junto a otros reputados autores de su generación como Pedro Espinosa, Pascual Ferry, Toni Garcés, Das Pastoras, Miguelanxo Prado o Mike Ratera, pero solo logra publicar profesionalmente en Cavall Fort (El Nap i Julieta sota la pluja) y Cimoc.
En 1984 finalizaba su álbum Ecuador, proyectado como primera parte de una trilogía, sin encontrar editor.
[2] A principios de los años 90, publica historietas cortas en revistas como Medios Revueltos (Miniatura); I.M.A.J.E.N.
de Sevilla; El Ojo Clínico (La sonrisa del mudo, 1994) y la belga Frigobox (Selene, 1995).