El término «malê» deriva del yoruba, designando al musulmán.
En el enfrentamiento murieron siete integrantes de las tropas oficiales y setenta personas entre los insurgentes.
Sus condenas variaron, desde la pena de muerte para los cuatro principales líderes, los trabajos forzados, el destierro, y los azotes.
Entre las pertenencias de los líderes fueron encontrados libros en árabe y oraciones musulmanas.
En esa época a los africanos les fue prohibida la circulación por las calles, durante las horas de la noche, y practicar sus ceremonias religiosas.