Una revolución estructural (o cambio estructural) tiene mucho que ver con una de la acepciones más conocidas del término revolución, cual trata de cualquier cambio o transformación social importante.
Pero la revolución estructural es el éxito del proceso revolucionario en sí, lo que permite sentar bases sólidas como movimiento social, política de Estado o lineamiento societal.
Karl Marx sacó el término estructura de la anatomía y lo llevó al estudio social.
Para Marx, el término tenía que ver con organizaciones estáticas o relativamente estables tales como el orden social, la ideología y las teorías político-económicas sobre el valor y la mercancía, heredadas del pensamiento liberal.
Al revés, en países donde sí se cumplen las expectativas de crecimiento, la población mantiene la adhesión al cambio, incluso si existe mala distribución del ingreso, inmovilismo social o nuevos problemas sociales.