El período de la Revolución Agrícola británica, que tuvo lugar desde el siglo XVIII hasta mediados del siglo XIX, fue un momento crucial en el desarrollo agrícola de Gran Bretaña.Durante este tiempo, hubo un notable aumento en la productividad agrícola, el rendimiento y la producción total.Esto implicaba alternar los cultivos de cereales con legumbres y plantas forrajeras para mantener la fertilidad del suelo.No parece muy claro el proceso a través del cual se desarrolló la Revolución Agrícola.Se citan los siguientes factores básicos en este proceso: Algunos historiadores argumentan que de hecho no hubo ninguna «revolución», sino simplemente una evolución rápida en los métodos que conllevó el gran incremento de la productividad agrícola.