Retrato del padre de Durero a los 70 años de edad

[4]​[5]​ Aunque maestro orfebre y muy viajado, Alberto el Viejo vivió en la pobreza toda su vida.

Con su mujer mucho menor, Bárbara Holper, tuvo 17 hijos, de los que solo dos llegaron a adultos.

En 1455 se mudó a Núremberg y lo cambió por Dürer para adaptarlo al dialecto local.

[9]​ Alberto el Viejo viajó mucho y en su estadía en Flandes conoció a los pintores flamencos.

Ahí estuvo expuesto a la obra de Jan van Eyck y de Rogier van der Weyden, y desarrolló por ellos un gran aprecio que transmitiría a su hijo, cuyo arte muestra una gran deuda con esos pintores.

Alberto, cuando su hijo tenía 14 años, lo mandó a estudiar con Michael Wolgemut, un pintor también conocedor de los artistas del norte.

La piel está muy arrugada y los ojos pequeños le dan un aspecto cansado.

[14]​ En comparación con el Alberto Durero el Viejo con Rosario, de 1490, sus manos, aunque visibles, están inactivas, posiblemente debido a la artritis.

Comparado con su expresión suave y piadosa en el retrato de 1490, ahora parece impaciente, mientras en las palabras de Marcel Brion la "mirada aturdida en sus ojos parece ya prever su propia muerte... [La] intensidad casi demacrada de [su] mirada inquisitiva [que] se dirige a los que lo rodean como si pudieran solucionar los problemas urgentes para los que sus propios labios fruncidos no tenían respuesta.

[15]​ Cuando la National Gallery compró la pintura había poca información sobre su atribución o procedencia.

Retrato del padre de Durero a los 70, 1497, atribuido a Alberto Durero. National Gallery , Londres. 51 cm x 40.3 cm.
Detalle
Autorretrato del padre de Durero , de 1486. Dibujo en punta de plata atribuido a Alberto el Viejo. Albertina Museum, Viena.
Alberto Durero el Viejo con rosario , abril de 1490. Óleo sobre tabla de roble, 47.5 cm x 39.5 cm. Uffizi , Florencia .