Retablo gótico del Monasterio de Santes Creus

Guerau Gener, buen conocedor del gótico internacional valenciano, lo sustituyó, pero su prematura muerte hizo que Lluís Borrassà, uno de los grandes protagonistas de la pintura del primer gótico internacional catalán, finalizara el encargo.

En esta ápoca figura como testigo el carpintero barcelonés Ponç Gallart quien podría ser el autor de la estructura del retablo.

La muerte de este artista hacia el 1406, pero, impidió que finalizara el retablo, y el nuevo abad Bernat Dalmau encargó la continuación de la obra al pintor Guerau Gener que también lo dejó inconcluso por su muerte hacia el 1410.

Probablemente estas esculturas se contrataron a Antoni Canet al comienzo de la construcción del retablo.

La predela se dedicaba a representar diferentes grupos de santos: profetas, apóstoles, mártires y fundadores.

[3]​ Las pinturas no guardan ninguna traza del estilo de Pere Serra.

En su estilo las figuras definen la escena, los personajes y los vestidos conforman la composición, prácticamente carente de elementos arquitectónicos, un recurso poco abundante en la pintura valenciana de la primera mitad del siglo XV.

Más tarde pertenecieron a José Domínguez, conde del Asalto,[10]​ quien las tenía expuestas en su residencia en Madrid.

Los rostros de los soldados, con largas barbas y un cierto aire grotesco conectan con el gótico internacional valenciano.

Los soldados visten diferentes tipo de armaduras medievales; caídos por el suelo, dormidos en posiciones casi imposibles.

En el marco entre tablas se muestran los escudos de Cataluña y Santes Creus.

Talla de la Virgen con Niño que había presidido el retablo. Museo Diocesano de Tarragona.
San Juan Evangelista y Natividad.
Tabla de la Resurrección de Cristo.