Consta de banco, un cuerpo, tres calles y un ático.
La calle central es muy amplia ocupada por entero por una hornacina que cobija la imagen de Santa Teresa.
Lleva el hábito de carmelita; bajo su figura, en la peana, puede verse el escudo heráldico del obispo mecenas que se repite en grande en el frontón que cierra esta calle.
La hornacina está enmarcada por columnas estriadas rematadas por capiteles corintios.
En los extremos de este gran cuadro hay otros dos más pequeños representando a San Juan Bautista y a San Juan Evangelista.