René Beeh

[1]​ Gozaba de renombre entre sus contemporáneos, y fue llamado "el genio en ciernes" (das kommende Genie) por el historiador del arte Wilhelm Hausenstein,[2]​ pero su muerte prematura lo relegó en gran medida al olvido.

[8]​[9]​ Durante la Primera Guerra Mundial el Ejército Imperial Alemán lo enlistó como topógrafo para el Frente Occidental en Bélgica (vanguardia de Ypres)[10]​[11]​ y el norte de Francia.

[13]​ Beeh formó parte de la Nueva Sezession Muniquesa.

[14]​[15]​ En 1914 Beeh ilustró un libro que celebraba el centenario de Gottfried Keller,[16]​ y en 1919-1920, la novela Inferno de August Strindberg.

La acción parece congelada y el tiempo suspendido en el momento mismo de estallar la violencia.