En su momento constituyó toda una novedad en una sociedad en la que la pelota acaparaba mucho protagonismo, y en especial el juego en los frontones largos.
Moya, un pelotari menudo, ideó esta herramienta para hacer frente a otros contrincantes más potentes, contra los que se enfrentaba en la modalidad de guante en el ya extinto frontón conocido como Juego Nuevo.
El resultado fue un éxito tremendo, pues gracias al remonte este pequeño pelotari lograba extender la pelota más lejos y con más velocidad que cualquier otro.
La noticia corrió como la pólvora en los ambientes pelotazales navarros y guipuzcoanos, de forma que en unos años ya había dos cuadros de remontistas profesionales, uno en Pamplona y otro en San Sebastián.
En abril de 2013, y promovido por la empresa Magnesitas Sorianas y organizado por la Fundación Remonte Euskal Jai Berri, se desarrollará un torneo de remonte con competiciones en Duruelo, Soria, Ágreda y Ólvega, que favorecerá que el remonte acabe siendo también un deporte soriano.