Religión en Perú

Sin embargo en los últimos 32 años se han desarrollado considerablemente iglesias protestantes de distintas denominaciones en los sectores populares.

(Teísmo) superior, pero no en Dios tal y como se describe en las Sagradas Escrituras.

Este llegó al Perú acompañando a los conquistadores y tuvo un encuentro con la religión politeísta incaica lo que produjo un sincretismo religioso presente en todo el país en diversas maneras y magnitudes.

El primer encuentro entre una autoridad católica y una autoridad incaica fue cuando el Padre Valverde se entrevistó con el Inca Atahualpa, a quien le dio un ejemplar del Catecismo, diciéndole que era la Palabra de Dios.

Este grito de ataque militar fue el primer episodio donde la Iglesia Católica actuó coordinadamente con los soldados españoles, para invadir y conquistar el Imperio Incaico.

Raúl Porras Barrenechea, dijo que «el peruano era probablemente el hombre más religioso del mundo».

En la actualidad el Perú es oficialmente un Estado laico, aunque reconoce a la Iglesia católica como elemento importante de la identidad nacional.

Según el Censo de 2017,[11]​ la mayor parte de la población se identificaba como católica (76,0%); seguida por la población evangélica (14,1%); y más atrás por quienes afirman no profesar ninguna religión (5,1%) y quienes profesan otras religiones (4,8%).

Por su parte los departamentos con mayor proporción de protestantes: Ucayali (27,6%), Huánuco (26,4%), Huancavelica (25,2%), Loreto (24,2%), Pasco (23,8%), Amazonas (23,0%) y San Martín (22,1%).

[11]​ El catolicismo es la religión que tradicionalmente identifica a la sociedad peruana y alrededor de ella se celebran numerosas festividades que muchas veces tienen carácter sincrético con las religiones nativas.

Sin embargo, el catolicismo en el Perú concuerda con las líneas generales de la fe cristiana católica, esto es, el amor al prójimo y el compromiso social, reflejado en las numerosas obras de caridad, ayuda y asistencia a la población más necesitada, particularmente en campañas organizadas por parroquias e incluso algunos colegios particulares de corte religioso.

Como lo sostiene Pierre Duviols (1986: XXVII), «Para los teólogos de la España del siglo XVI, los pueblos americanos de los reinos más civilizados, como los mayas y los incas, eran considerados paganos -o gentiles- igual que los antiguos griegos y romanos, porque adoraban muchas divinidades o ídolos, por lo cual los pueblos andinos fueron catalogados como idólatras».

De un 1% entonces, ha llegado a superar el 11% en el año 2006 y obtener el 18,7% en 2022[13]​ La irreligión en el Perú se refiere al ateísmo, el agnosticismo, el deísmo, el escepticismo religioso, el secularismo y al humanismo en la sociedad peruana, es decir, el conjunto de la población peruana que no practica o sigue una religión organizada.

"[14]​ Aunque el Perú sigue siendo un país mayoritariamente católico, el porcentaje de ciudadanos que no profesa ninguna religión ha crecido de forma notoria en la última década, marcando una nueva era para el secularismo en el país.

Detalle de la fachada de la catedral de Lima.