Funciona como un interruptor controlado por un circuito eléctrico en el que, por medio de una bobina y un electroimán, se acciona un juego de uno o varios contactos que permiten abrir y cerrar otros circuitos eléctricos independientes.
[1] El crédito de la invención del relé es atribuida tanto al científico estadounidense Joseph Henry, que inventó un relé en 1835 para mejorar su versión del telégrafo eléctrico, desarrollado anteriormente en 1831,[2][3][4][5] como al inventor inglés Edward Davy, que «ciertamente inventó el relé eléctrico»[6] en su telégrafo eléctrico c. 1835.
[7] El mecanismo descrito actuaba como un amplificador digital, repitiendo la señal del telégrafo y, por lo tanto, permitiendo que las señales se propagasen tanto como se desease.
Ambos están conectados a un "común", en el cual se le aplica un potencial positivo.
Este hecho se aprovecha en algunos timbres y zumbadores, como un activador a distancia.
Por estar perfectamente rectificadas las caras polares en contacto al cerrar el circuito magnético del relé quedará en esa posición −por remanencia magnética− aunque la bobina se desconecte, retornando a la posición de reposo inicial solo cuando una corriente de sentido contrario vuelva a abrirlo.
Con estos modernos sistemas los relés pueden actuar de forma programada e independiente lo que supone grandes ventajas en su aplicación aumentando su uso en aplicaciones sin necesidad de utilizar controles como PLDs u otros medios para comandarlos (ver fig.
Si la decodificación de la señal se realiza correctamente, se activa un pequeño componente electrónico, normalmente un transistor que da paso a la corriente del circuito al que está conectada la bobina de nuestro relé.
En este momento la bobina del relé al ser energizada genera un pequeño campo magnético en torno a un núcleo de hierro que atrae hacia sí una pieza móvil también de hierro para cerrar el circuito magnético.
El movimiento de atracción electromagnética sobre la pieza móvil de hierro, termina con el asiento del contacto móvil sobre otro contacto similar que está “fijo” y sujeto a una lámina conductora colocada a su vez sobre un material aislante y conectada por su otro extremo al cable que continúa hacia el motor.
De esta forma se consigue que los extremos del circuito que estaban inicialmente separados (contactos abiertos), gracias a la acción del electroimán descrito anteriormente, se junten y consigan cerrar el circuito permitiendo conectar el motor y abrir la puerta.
En estos casos es necesario interponer entre el relé y el motor un «contactor» que realiza una función similar a la del relé, pero tiene un rango de trabajo mucho más elevado, pudiendo conmutar circuitos con cargas conectadas que demandan intensidades de hasta varios cientos de amperios a tensiones superiores a 600 voltios.
En estos casos, el relé se utiliza para “recoger” la pequeña señal proveniente del transistor de la placa electrónica y al conmutar, cerrar a su vez el circuito al que se encuentra conectada la bobina del contactor, que al actuar hace que sus contactos cierren el circuito al que está conectado el potente motor de la puerta, de varios kilovatios.
En sistemas de alta o media tensión, los relés son los dispositivos más utilizados.
Un relé ideal es una unidad que actúa anticipándose al daño de la sección imperfecta.
Bajo esa condición, su traslado al campo de trabajo resulta ser una tarea solo posible para una persona muy fuerte.
Normalmente Abierto (N/O) son el conjunto de contactos que están abiertos cuando el relé no está activado y Normalmente Cerrados (N/C) son el conjunto de contactos que están cerrados cuando el relé no está activado.
Poseen auto-protección completa & indicadores de alarma por conexionado incorrecto, circuito abierto, cortocircuito, sobrecarga & sobrecalentamiento, etc.
Todo esto con una interfaz super amigable e intuitiva válida desde usuarios inexpertos hasta aquellos con más experiencia.