No debe confundirse con el marco narrativo, que es la situación espacio-temporal de la historia.
A grandes rasgos, se pueden distinguir dos usos de la narración enmarcada.
Muchos de estos cuentos son, a su vez, narraciones enmarcadas, por ejemplo, Simbad el marino.
Esta forma se habría difundido hacia el Oeste en los siglos siguientes, dando origen a la colección de narraciones enmarcadas más famosas: las Mil y una noches, el Decamerón y Los cuentos de Canterbury.
Esto ocurrió con las Mil y una noches, de la que existen diferentes versiones con distintos relatos.