Desde esta posición, la diplomacia española ambicionaba jugar un papel en la crisis, proporcionando un marco para una solución en la Conferencia de Londres.
[5] Tras la caída del régimen de Hosni Mubarak, España ha procurado relanzar las relaciones bilaterales poniendo en valor la experiencia española en la transición hacia la democracia y mostrándose dispuesta a acompañar a Egipto en su democratización.
Esta visita, la primera del Ministro egipcio a una capital europea, sirvió para retomar el diálogo político, pasar revista a la actualidad política interna e internacional y examinar las relaciones económicas y comerciales, poniendo especial énfasis en las inversiones españolas en Egipto.
[5] La solidez de las relaciones bilaterales se manifestó en las dos visitas que el Ministro García-Margallo realizó a Egipto en julio y diciembre de 2014, esta última transmitiendo una invitación al presidente El-Sisi a visitar España.
En 2013, cuando paró el suministro de gas a la planta de Damietta, la balanza comercial bilateral pasó a ser positiva para España (exportaciones españolas 1.078 M€, importaciones 888 M€, un 22% menos que la cifra registrada el año anterior).
[6] En diciembre de 2015 fue aprobada una nueva iniciativa financiadas a través del Programa Masar, enfocada de nuevo al apoyo a Instituciones, en este caso el Consejo Nacional de Derechos Humanos, para reforzar su papel asesor tras las elecciones parlamentarias, respetando la Constitución y las instituciones democráticas.