El término recibe el nombre del oceanógrafo estadounidense Alfred C. Redfield, quien la describió por primera vez en un artículo en 1934.
[1] Redfield describió la notable congruencia entre la química del océano profundo y la química de los seres vivos en la superficie del océano.
Cuando los nutrientes no son limitantes, la proporción molar de los elementos C:N:P en la mayor parte del fitoplancton es 106:16:1.
Redfield pensó que no era pura casualidad que los grandes océanos tuvieran una química perfectamente ajustada a los requerimientos de los organismos vivos.
[2] Las Diatomeas necesitan además otro nutriente, el silicio, para sus frústulos (paredes celulares) y la relación de los nutrientes que Redfield propuso para las diatomeas es C:Si:N:P = 106:15:16:1. den una respuesta