[5] La intimidad física se caracteriza por el amor romántico, actividad sexual, u otro vínculo pasional.
[7] Estas relaciones permiten que una serie de lazos sociales se establezcan entre las personas y creando fuertes vínculos emocionales.
[9] La intimidad genuina en las relaciones humanas requiere de diálogo, transparencia, vulnerabilidad, y reciprocidad.
Las conversaciones íntimas se convierten en la base de las "confidencias" (conocimientos secretos) que unen a las personas.
[11] Mantener la intimidad durante un tiempo prolongado implica una conciencia emocional e interpersonal bien desarrollada.
[16] Los estudiosos distinguen entre diferentes formas de intimidad, incluyendo la física, la emocional, la cognitiva, y la espiritual.
[22] El apoyo social de una pareja íntima es beneficioso para hacer frente al estrés y a acontecimientos vitales significativos.
Cuando una persona responde de forma activa y constructiva a que su pareja comparta buenas noticias (un proceso denominado "capitalización"), aumenta el bienestar para ambos individuos.
En un estudio que evaluaba la recuperación de las heridas y la inflamación, las personas con relaciones muy conflictivas y hostiles se recuperaban de las heridas más lentamente que las personas con relaciones poco hostiles.