[2] Islandia había estado bajo el control de la Corona danesa desde 1380, aunque formalmente fuera una posesión noruega hasta 1814.
En 1874, mil años después del primer asentamiento que se conoce, Noruega reconoció en primer lugar que Dinamarca concedía a Islandia cierta autonomía, ampliada en 1904.
El Reino de Islandia diseñó su propia bandera y le pidió a Dinamarca que la representara en sus relaciones exteriores y en la defensa de sus intereses.
El día de la invasión, el primer ministro Hermann Jónasson leyó un anuncio por radio diciendo que los islandeses debían tratar a las tropas británicas con cortesía, como invitados.
La ocupación aliada de Islandia iba a durar durante toda la guerra.