Se le conoce también como el Comportamiento específico para la orden templaria.
Por ejemplo, los ayunos fueron menos severos, para que no interfirieran con el combate.
Ante esta situación en 1126 comisionó a Bernardo de Claraval para que entregara una carta para pedir aprobación papal.
Estos nuevos puntos fueron conocidos como los estatutos jerárquicos y estaban divididos como sigue:[5] En 1187, se añadieron nuevos estatutos de índole religioso donde se expandían las reglas referentes a su vida conventual.
Entre 1257 y 1267, la Regla Francesa tuvo una adición donde se describen las causales por las cuales un miembro de la Orden puede ser expulsado.