El Regimiento Personal de Belisario o Bucellarios era un cuerpo militar tardío, que significó el ejemplo más claro y completo del fenómeno de los Bucellarii en el Bajo Imperio romano, además del más poderoso; los ejemplos más precedentes y claros los tenemos en las famosas huestes huno-iranias de Estilicón o Aecio.
El guerrero bucellario, en términos generales, no puede ser explicado de una manera simple u objetiva, porque cada regimiento determinado sirviendo a un señor podía tener diferentes cualidades y manejos militares.
Los Bucelarios de Belisario, al igual que los precedentes y más comunes ejemplos en Occidente, suponían una grave amenaza para el poder imperial, ya que elementos de la nobleza, o generales destacados de diversa índole, podían acometer alguna rebelión o amenaza al trono, en situación crítica con estas tropas selectas; debido a esto, los Bucellarii siempre estuvieron mantenidos en una estrecha vigilancia.
Aun así, el fenómeno Bucellarii, asentado en ambas partes del Imperio, solo mantuvo una problemática clara en varias zonas de Occidente debido en muchas ocasiones a la falta de estabilidad imperial occidental, así como la imposibilidad de aplastar esas rebeliones locales y el poder que les daba el caos, a estos caudillos tardorromanos, algunos hasta convertirse en rex de algunas provincias (Riothamus en Bretaña, Aegidius en la Galia, o el mítico y supuestamente real Vortigern en Britannia).
Distinguiéndose de la realidad que suponía el estar dirigidos por un general como Belisario, capaz, leal y fiel al Imperio.