Ha seguido formando parte de la Brigada «Extremadura» XI a la que venía perteneciendo hasta ese momento.La Junta Suprema, situada entonces en Cádiz, decretó que estas fuerzas fueran denominadas como «Beneméritas de la Patria» por su «grado heroico y eminente».[13] Poco después Napoleón se presentó con cien mil soldados y venció a las tropas españolas, entre ellas, al Regimiento Voluntarios de Castilla.En esa derrota, que tuvo lugar en Tudela en 1808, el Regimiento sufrió un durísimo revés al serle arrebatada por los franceses la Bandera Coronela del Regimiento, que fue llevada como trofeo al Museo de Los Inválidos de París.[14] En 1810 el regimiento estaba en la región levantina, donde tuvo duros enfrentamientos con las tropas francesas en Morella y, en 1811, en Molina Seca.El regimiento tuvo el enfrentamiento más importante a partir del 25 de agosto en Sagunto.Por esta acción se concedió a todos los componentes del regimiento una distinción consistente en un escudo colocado en el brazo izquierdo, con un lema, sobre campo celeste, que dice: «Por la integridad de las Españas.Como consecuencia de las conspiraciones contra el nuevo gobierno se envió el Regimiento a Aragón, Burgos, Navarra y Palencia para controlar situaciones cada vez más tensas entre el sector favorable y el contrario a la Constitución.[25] Una vez terminada la Primera Guerra Carlista, el Regimiento Castilla n.º 16 se estableció en diversos puntos de Cataluña.En un principio las partidas eran pequeñas y muy fraccionadas, hasta que llegó a España Ramón Cabrera, apodado «el tigre del Maestrazgo».En agosto de 1850 se le ordenó la persecución del bandolero «Baliarda», que murió en combate.Los marroquíes atravesaron la línea divisoria en la noche del 19 de agosto y causaron destrozos en la fortificación.Ante la tardanza en tomar medidas por parte del ejecutivo marroquí, España declaró la guerra a Marruecos.[33] El ejército expedicionario contaba con unos 35 000 hombres, contra los 45 000 que oponía el sultán de Marruecos.Durante los años siguientes el regimiento operó en Santander, Burgos, Soria y Madrid.Marchó hacia Sagunto y asistió a la batalla de Treviño, por la que fue muy elogiado por el general Quesada.Estados Unidos culpó a España de esta acción y le declaró la guerra.[55] En el Pergamino ejecutorio del Regimiento, que se guarda en la sala de enseñas y banderas del RIMZ Castilla n.º 16 sito en Bótoa —próxima a Badajoz—, y que está fechado en el año 1912.Pero era urgente conquistar el monte Arruit, donde se encontraban gran cantidad de prisioneros españoles.El monte Arruit se tomó sin mayores contratiempos, lo que dio la razón a los africanistas.[60] A consecuencia del éxito en el avance de las tropas españolas, el Alto Comisionado decidió repatriar varias unidades y el batallón expedicionario del Regimiento Castilla n.º 16 fue uno de los que regresaron en 1922.Seis años más tarde, en 1931, fue el Regimiento de Infantería Castilla n.º 16 quien ocupó el citado cuartel.[67] Como era muy arriesgado para las tropas franquistas seguir hacia Madrid dejando Badajoz en su retaguardia, ya que en esta ciudad había 500 soldados del Castilla n.º 3 y unos 3000 milicianos armados por orden del coronel Ildefonso Puigdengolas, decidieron marchar hacia Mérida y Badajoz, al mando del teniente coronel Yagüe.Los siete primeros operaron por toda Extremadura mientras que el «VIII Batallón» quedó de guarnición en Badajoz capital.La primera tenía en sus filas, además de otras unidades, a los batallones III, IV, V, VIII y IX del «Castilla» y estaba mandada por el teniente coronel Luis Oliver.La operación comenzó el 20 de julio y el 24 del mismo mes se unieron las dos brigadas franquistas, que la dieron por finalizada, aunque en días sucesivos procedieron a conquistar los pueblos más importantes de la zona.[78] El batallón estuvo en continuo contacto bélico con los nativos en un terreno muy conocido por ellos y muy hostil para los españoles.Cinco días más tarde embarcaron en la turbonave Montserrat con dirección a Algeciras y ese mismo día emprendieron viaje hacia Badajoz.Como arma principal el VEC tiene un cañón automático M242 Bushmaster de 25 mm alimentado por un motor eléctrico, instalado en una torre Oto Melara TC-25 (fabricada bajo licencia en España por Santa Bárbara).[94] En el Museo del Ejército se guardan ocho banderas, seis con colores nacionales y dos blancas.
El infante Carlos María Isidro, autoproclamado rey con el nombre de Carlos V.
Retrato de Ramón Cabrera, el Tigre del Maestrazgo
Batalla de Treviño, por el pintor militar
Víctor Morelli
. Está expuesto en el museo de la Academia de Caballería de Valladolid.
Jefes y oficiales del Castilla n.º 16 expedicionario en Cuba.
Tropas del Castilla n.º 16 expedicionario en Cuba.
Guerra de los Diez Años en Cuba. En segunda fila, de pie, el cuarto por la izquierda, Bernardino Rovira, padre del primer jefe del RIMZ Castilla n.º 16.
Fusil Remington de la guerra de Cuba de 1868 a 1878 de Bernardino Rovira, con bayoneta y cartuchera.
Pergamino ejecutorio del regimiento.
Desfile del Rgto. de Infantería Castilla n.º 16 con el comandante Rovira Recio al frente.
Banderín del batallón expedicionario del Castilla n.º 16 a Sidi Ifni.
Bandera de Agrupación de Infantería Independiente Castilla n.º 16.
Escudo del Grupo de Caballería Acorazado Calatrava II/16 .