Redada de San Remo

La redada, efectuada tres años después del Caso Festina (la primera gran redada contra el dopaje, realizada en Francia durante el Tour de Francia 1998), fue dirigida por el magistrado Luigi Bocciolini y llevada a cabo por los Carabinieri.

Los registros se prolongaron durante seis horas, concluyendo en torno a las tres de la madrugada.

En esta situación, un masajista del Mercatone Uno, Roberto Pregnolato, fue descubierto por un agente en el jardín del Hotel Anglais cuando intentaba enterrar una bolsa que había tirado por la ventana, y fue obligado a desenterrar el material que había tratado de ocultar a los investigadores: se trataba de un saco con diversas sustancias en su interior.

Así, un ciclista saltó desde su habitación del primer piso al jardín con una bolsa de deportes bajo el brazo.

A los ciclistas con un hematocrito superior al 50% se les prohibía competir durante dos semanas hasta tener un nivel de hematocrito normal, aunque al no poder demostrarse que se hubieran dopado con EPO no eran sancionados.

El Kelme sería procesado por la gravedad de las sustancias halladas en su poder durante los registros, que incluían diversos anabolizantes, como la testosterona.

Se daba la circunstancia de que en ese momento aún no se había desarrollado e implantado en los controles antidopaje la técnica IRMS, que permite distinguir la testosterona endógena (natural) de la exógena (dopaje).