Participaron los campeones nacionales de copa en la temporada anterior, es decir, 32 clubes representantes de sus respectivas federaciones.
Esta edición estuvo marcada por la negativa de los equipos de Europa del Este a jugar entre ellos por motivos políticos.
El Milan, vigente campeón, disputó esta misma temporada la Copa de Europa, en calidad de campeón de la liga de su país.
La final, disputada a partido único, enfrentó al Barcelona con el Slovan Bratislava en el estadio St.
Jakob Park, en Basilea, con victoria del equipo de Checoslovaquia por 3-2.