Lejos de ceder, el primer régimen poscolonial del socialista Modibo Keïta optó por la represión.
[4] Por otro lado los tuaregs no lograron un liderazgo unificado ni implicar globalmente a la mayoría de tribus .
[6] El gobierno de Malí anunció programas para mejorar la oportunidades económicas y la infraestructura local pero no se llevaron a la práctica.
En los años 70 y 80 la sequía empujó a los habitantes del norte de Malí a refugiarse en Argelia y Níger donde tienen contacto con los movimientos rebeldes tuareg de estos dos países, así como en Libia donde Muamar Gadafi integra a muchos de los combatientes tuareg en su Legión Islámica, una fuerza mercenarios creada en 1972.
[2] La denominada "segunda rebelión tuareg" transcurrió en el norte de Malí y en Níger.
Los acuerdos se incumplieron y en 1992 se establece el Pacto Nacional de abril que concedía un estatus especial para el norte con medidas similares a los Acuerdos de Tamanrasset firmados un año antes.