Para ello usaron todos los medios posibles, incluida la tortura, y en muchos casos las requisas se convirtieron en simples asaltos, donde los soldados se llevaron hasta productos no sujetos a acopio, condenando a sus víctimas al hambre.
En febrero de 1919 las autoridades provinciales empezaron a alertar del malestar causado por estos abusos pero no fueron escuchados.
[4] Al parecer, los encargados permitieron la reunión de la aldea en un carnaval a la vez que hacían las requisas, usualmente llevándose más grano del exigido por las órdenes, lo que dio la oportunidad a los indignados campesinos de organizarse y exigir responsabilidades.
Ese mismo día, el comandante del 4° Ejército Rojo, Valerián Kúibyshev, quedó a cargo de suprimir la revuelta.
[1] Se decidió enviar al komandarm Mijaíl Frunze con 13.000 soldados a aplastar el movimiento.
Pronto todo bolchevique o simpatizante en la región fue perseguido y los soldados prisioneros empezaron a ser torturados sumergiéndolos en las heladas aguas del Volga.
[4] Fue el primer vosstaniye o gran rebelión campesina que movilizaba enormes ejércitos, conquistaba ciudades y tenía un programa político coherente.
[1] Dolinin logró esconderse en el bosque hasta que se volvió a unir a los ejércitos rojos, combatiendo contra Antón Denikin y siendo capturado en Rostov del Don pero escapó, luego participó en la guerra polaco-soviética donde fue herido y en el hospital escribió una carta solicitando el perdón al Comité Central Ejecutivo, que se la otorgó, volvió a su aldea natal y aunque pasó varios años en prisión en los años 1930, fue liberado y murió de forma natural.
[2] Estaba rebelión favoreció mucho al Ejército Blanco de Kolchak en su avance hacia el oeste,[3] de hecho, oficialmente se culpó a sus agentes del movimiento,[2] y fortaleció las medidas militares que dirigía León Trotski.
[7] Los participantes de estas revueltas no fueron rehabilitados hasta 1996 por decreto del presidente ruso Borís Yeltsin.