El realismo teatral fue un movimiento artístico general que comenzó en el teatro del siglo XIX, alrededor de la década de 1870, y permaneció presente durante gran parte del siglo XX.
Estas convenciones ocurren en el diseño del texto, (escenografía, vestuario, sonido e iluminación), estilo de interpretación y estructura narrativa.
Las narrativas suelen estar orientadas psicológicamente e incluyen escenarios cotidianos y ordinarios.
La acción narrativa avanza en el tiempo y no se producen presencias sobrenaturales (dioses, fantasmas, fenómenos fantásticos).
[2] Un desarrollo lógico fue llevar la revuelta contra el artificio teatral un paso más en la dirección del naturalismo, y Stanislavski, especialmente en su producción de Los bajos fondos de Máximo Gorki, ayudó a este movimiento a lograr el reconocimiento internacional.