Este color permitirá colegir la naturaleza del mineral, bien por semejanza con otra raya producida por un patrón conocido, o bien por consulta de la documentación apropiada.
El procedimiento es cualitativo y aproximado, pero útil para una primera determinación, bien sea en el laboratorio o en el campo, dada su sencillez.
El único elemento adicional requerido es una superficie blanca y dura, utilizándose generalmente una pequeña placa de porcelana no vidriada.
Los minerales de mayor dureza no dejarán traza utilizable sobre ella, pues la raya no consiste en otra cosa que en el polvo del mineral producido al rasparlo contra la placa.
Otra dificultad importante es la gran cantidad de minerales que presentan raya blanca.