Esto contrasta con el pastoreo, generalmente asociado con animales que se alimentan de pasto u otras vegetaciones inferiores.[4] Si el pastoreo excesivo continúa durante demasiado tiempo, la capacidad de reproducción de los árboles del ecosistema puede verse afectada, ya que las plantas jóvenes no pueden sobrevivir el tiempo suficiente para crecer demasiado alto para que los exploradores las alcancen.[5] La sobreexplotación por ramoneo se produce cuando los herbívoros ramoneadores superpoblados o densamente concentrados ejercen una presión extrema sobre las plantas, reduciendo la capacidad de carga y alterando las funciones ecológicas de su hábitat.[14] Además, el paisaje cambia debido al desarrollo humano, como por ejemplo en la agricultura y la silvicultura, puede crear fragmentación del hábitat, parches de bosque entre los cuales viajan los ciervos, ramoneando en hábitats de sucesión temprana en la periferia.Los efectos negativos del ramoneo son mayores entre las especies intolerantes, como los miembros del género Trillium, que tienen todos los tejidos fotosintéticos y órganos reproductores en el ápice de un tallo singular.Esto significa que un ciervo puede comerse todos los tejidos reproductivos y fotosintéticos a la vez, lo que reduce la altura de la planta, las capacidades fotosintéticas y la producción reproductiva.[15][16][17] La sobreexplotación puede cambiar la estructura del bosque cercano al suelo, la composición de las especies vegetales, la densidad de la vegetación y la hojarasca, con consecuencias para otros animales que habitan en el bosque.