Su madre, Luisa, era médico (algo poco habitual entonces) y de origen francés.
[9] El exiliado presidente de la Generalitat había sido capturado dos meses antes en la Francia ocupada por policías militares alemanes con la colaboración de agentes franquistas y entregado irregularmente a España.
El capitán Colubí aceptó oficialmente la defensa al día siguiente.
[13] El día del consejo de guerra, el 14 de octubre, Colubí, que no había conseguido que el tribunal accediese a que testigos favorables al presidente prestasen testimonio, hizo un alegato en el recordó que Companys nunca había amparado ningún delito común y siempre hizo lo posible por evitar sufrimientos a los detenidos y encarcelados durante la guerra, recordando su propia liberación.
Sin poder hacer más, permaneció con Companys la última noche de su vida y lo acompañó hasta el lugar donde lo fusilaron.
El presidente le regaló los gemelos que llevaba en muestra de agradecimiento.