[1][2] Teólogo y canonista, trabajó en la Santa Sede, donde fue auditor del Palacio Apostólico y prelado doméstico de Su Santidad», exárco o gobernador de la Marca de Ancona, entre otros cargos.
[1][3][2] Tras quince años en el puesto, se une a la Orden de Predicadores, sin renunciar su sede, por disposición del Papa, antes de la Navidad de 1303, según era costumbre entonces.
[4] Por orden del rey y del papa Clemente V, colaboró con el obispo de Zaragoza, Ximeno de Luna, en la destrucción de la orden del Temple.
[4] Fue enterrado en la catedral de Valencia, en la capilla de Todos los Santos, actualmente llamada de San Vicente, el 20 del mismo mes y año.
[1] Su biografía fue escrita por fray Miguel de Fraga, protegido suyo.