Después fundó un periódico escolar y universitario que circulaba con un tiraje de 5 mil ejemplares cada mes.
Simultáneamente era reportero en Cali, después en Bogotá y finalmente Jefe de Información del Noticiero Promec, hasta 1987.
Benoit fue amenazado múltiples veces y sobrevivió a cuatro atentados contra su vida.
En otro ataque, en febrero de 2001, en Cali, un policía de civil, haciendo trabajos para grupos paramilitares asociados a la mafia, disparó contra el periodista sin alcanzar a lesionarlo, pero quedó herido otro guardaespaldas.
[4][5] Benoit tuvo que salir al exilio y se radicó en el extranjero.
A mediados de 2001 continuó como corresponsal alterno en México y posteriormente lo promovieron a Corresponsal Investigador del programa Aquí y Ahora de Univision, que se transmite internacionalmente desde Miami, Estados Unidos.
A partir de ese año resolvió no inscribirse o participar en concursos por cuenta propia.
La lesión en su cerebro, alojada en el hemisferio izquierdo, afectó de manera irreversible, las células nerviosas que participan en el movimiento y la coordinación del hemicuerpo derecho, además, de comprometer la motricidad oral, necesaria para hablar fluidamente.
Una de las secuelas que le dejó el ACV, es la hemiplejía de su brazo derecho, el cual no es funcional y, por tanto, no le permite tener autocontrol del mismo.
Por otra parte, ha tenido que aprender a realizar algunas actividades de la vida diaria con su brazo izquierdo, como por ejemplo, usar la cuchara o tenedor para poder ingerir los alimentos, cepillarse los dientes, peinarse, escribir, entre otras.
Gracias a las terapias físicas, Raúl pudo superar su movilidad al dejar la silla de ruedas, actualmente camina con la ayuda de un bastón, aunque su marcha es lenta y se fatiga al recorrer largas distancias.
Esta condición, presenta una variedad de signos que alteran los niveles del lenguaje, generando interacciones comunicativas poco asertivas o eficientes.
El lenguaje escrito es otra habilidad que también se ha visto afectada, como consecuencia de la afasia.
Al inicio de su rehabilitación, eran más evidente los errores de la escritura, en los que omitía letras o sílabas, o cambiaba una letra por otra, además, debía aprender a escribir con su mano izquierda, por lo que su proceso era más lento y su caligrafía un poco distorsionada.
Sin embargo, detrás de cada dificultad siempre hay una oportunidad, y Raúl agradece a Dios y a la vida por esta segunda oportunidad que le ha permitido valorar el tiempo, siendo feliz en cada momento con las personas que lo aman.